martes, 4 de octubre de 2011

Un Miedo Real:

Pasó una semana del asesinato  producido en el colegio Raven y también cuando conocieron a su nueva y peculiar amiga, Siria, todo se había calmado y comenzaban poco a poco los exámenes, en esa semana Julia y Diego, con ayuda de Amy, empezaron a comprender lo que le ocurría a Siria y trataron de decírselo, pero al parecer Siria ya sabía lo que le pasaba y que se podía comunicar con esa otra chica a través de los  sueños, ellos le preguntaron cómo podían diferenciarlas y Siria dio la idea de que cuando se transformara le dijeran Sir.  Cuando terminaron de hablar se encontraban en el curso y como aún no empezaban las clases todos se separaron, Amy al ser mayor se fue al curso del tercero medio, Diego se quedó en su puesto, Julia, se marchó afuera de la sala, pero no dijo dónde y Siria se había ido al pasillo, cuando se encontró con la señorita Raven, que además de ser la directora era la profesora de historia y se colocaron a hablar con respecto a una prueba que habían tenido, después de esa conversación Siria se fue corriendo a buscar a Julia, tenía algo muy importante que decirle, la buscó por todas partes, hasta llegar de nuevo a la sala de clases, donde aún se encontraba Diego.      
― ¡Julia!, ¿Dónde te encuentras?, tengo algo muy importante que decirte―gritaba Siria, mientras miraba por todas partes, pero no encontró a Julia.
― ¿Qué te pasa Siria? ¿Por qué buscas a Julia?, no te ofendas, pero pareces una completa loca― dijo Diego que estaba viendo a su amiga con una cara extrañada, sabía que Siria era extrovertida, pero nunca llegó a pensar que sería tan extrovertida.
― Para tu información no soy una loca o no estaría aquí,  segundo estoy buscando a Julia por todas partes y no la he encontrado― dijo Siria enojada.
― Tal vez te pueda ayudar, ¿buscaste en el baño?― dijo Diego.
― Te dije que he buscado por todas partes― dijo molesta Siria, creía que no la había escuchado.
― En todas partes menos en el baño― dijo seria Julia ― Bueno ahora que me encontraste y dejaste de gritar como una loca, ¿Qué es lo que ocurre?
― ¿Es qué hoy es el día de llamarme loca? ― dijo de forma irónica Siria ― En fin, te iba a decir que te gané en el examen de Historia, sabes lo que significa, quiero que después de la escuela vayamos y con acorde al contrato, además de la película, quiero palomitas y una soda.
― ¿De qué están hablando? ― preguntó Diego que no entendía nada con respecto a lo que hablaban. Siria se colocó frente a él y le explicó.
― Lo que ocurre es que el otro día, Julia y yo hicimos una apuesta, la que obtenía la mejor calificación, la otra le pagaba una entrada gratis a ver cualquier película al cine, con palomitas y una soda, al final las dos obtuvimos la nota más alta, pero ella no colocó el acento a la palabra “sólo” y como mi ortografía fue perfecta ella pagará mi entrada ― dijo llena de alegría Siria.
― Hiciste trampa, en el examen, te vi que estabas muy nerviosa y te habías desmayado, o sea, la que se merece la entrada es Sir y no tú― dijo molesta Julia.
― Bueno eso explica la razón de no recordar nada, y de hacerla tan rápido, pero Sir me ayudó porque quería que fuera al cine, ya que ella me quiere más que tú, además no sé cómo despertarla y cuál es el caso, igual tendrás que pagar una entrada― dijo Siria de forma obvia.
― Tienes razón, ¿Qué película quieres ir a ver? ― preguntó Julia.
― Hay una nueva película de Jack el Destripador ― dijo Siria, Julia no pudo responderle porque había llegado la profesora  jefe y traía consigo una niña, tenía una piel muy blanca y pálida, el cabello de un fuerte color negro y los ojos color violeta, su nombre era Judith, por el aspecto se veía tranquila y tímida y le dijeron que se sentara al lado de Julia, para que se pusiera al día. Era recreo cuando Julia se acercó a Diego y a Siria, ellos se asustaron al verla, siempre se veía muy despierta y activa, pero ahora lucía deprimida y cansada.
― Te ves horrible, ¿qué te pasó?― preguntó Siria que estaba preocupada de su amiga.
― Judith no es tan tímida y tranquila como lo habíamos pensado, me estuvo contando historias reales de terror, y no es muy alegre que digamos, estuve sólo una hora con ella y mira como estoy, después cambié puesto con otra niña, al parecer la vi en la enfermería ―dijo Julia completamente agotada.
― No exageres, sólo es una niña, que le gustan las historias reales, además como es nueva no tiene nuevas amigas, podríamos invitarla al cine con nosotras ― dijo Siria que no le importó lo que le había dicho Julia, Julia la miró enojada.
― Si crees que estoy exagerando, ¿por qué no te sientas con ella?― dijo Julia, que pensaba que le ocurriría lo mismo a Siria, ella aceptó y estuvo todo el resto del día al lado de Judith, al parecer no Se asustaba y tampoco se deprimía al lado de ella, todo lo contrario, Judith incluso se ponía a reír con Siria. En la salida todos se juntaron y Siria le preguntó a Judith si quería ir con ellos a ver la nueva película de Jack el Destripador.
― Creo que si quieren sentir el temor de verdad, me deben acompañar, conozco una casa que dicen que está embrujada, pertenecía a mi abuelo y él me regaló la llave de la casa, sí salimos vivos de ella las acompañaré al cine ― dijo Judith.
― Lamentablemente no le puedo decir que no a una apuesta, se que Diego nos acompañará, pero no sé si Julia se atreve a ir ― dijo riéndose Siria.
 ― Pues claro que iré ― dijo Julia que estaba un poco nerviosa. Cuando se fueron a la casa supuestamente embrujada, tuvieron que cruzar una calle que habían autos a mucha velocidad, así que esperaron a que el semáforo se colocara en rojo, después de que no hubiera riesgos, Siria fue la primera en cruzar, cuando estaba en la mitad de la calle apareció un auto a toda velocidad, que no podía detenerse, los demás no podían hacer nada, estaban muy lejos de ella, el auto la iba a chocar, cuando ella dio un ágil salto y una voltereta hacía atrás, como las que se ven en las películas de acción, que sólo llegó a rozarla y continuó cruzando la calle.
― ¿Cómo hiciste eso Siria?, fue genial, aunque peligroso, ¿estás bien? ― Preguntó Diego.
― ¿No era el trato de que me llamarían Sir, para diferenciarnos?― Dijo Sir, era evidente que como Siria casi choca Sir haya aparecido, entonces descubrieron de que cuando Siria se vuelve en Sir, aparte de que se le vuelva más seria la voz, que la forma de pararse y de mirar sea distinta y que se peine de una forma diferente, también obtiene una agilidad casi sobrehumana.
― Lo siento, no sabía que habías llegado Sir ― dijo Diego.
― No hay problema  Diego, me pasa muy a menudo ― dijo Sir.
― No entiendo lo que sucede, ¿por qué la llaman Sir, no se llamaba Siria? ― dijo Judith, que estaba confundida. Después de que Julia le explicara todo lo que había ocurrido y con respecto a los cambios de personalidad de Siria, siguieron adelante hasta llegar a la casa embrujada, Judith colocó la llave y fue la primera en entrar, después la siguió Diego y Sir  y atrás de ella estaba Julia que estaba fuertemente abrazada a la espalda de Sir.
― ¿Me puedes explicar qué ocurre, estuviste conmigo en un asesinato y no puedes soportar una casa antigua? ― dijo Sir que se encontraba muy seria.
― Es que siempre todos se separan cuando saben bien que no hay que separarse y no quiero estar sólo aquí ― dijo Julia que estaba muerta de miedo.
―Aunque tengas una gran inteligencia, sigues siendo una niña de 11 años y con respecto a lo de separarse, no te puedo prometer de que vamos a estar juntas ― dijo riéndose Sir.
― ¿Por qué lo dices?― pregunta Julia.
― Porque acabas de pisar una trampa ― dijo Sir, cuando de repente el suelo se abrió y todos cayeron por diferentes lugares, que llegaban a distintos sitios, Diego llegó a una habitación donde había una mujer llorando, cuando la iba a ver su cara se dio cuenta que desapareció, dio media vuelta y apareció una mujer con la cara cortada y con los brazos llenos de sangre y empezó a perseguirlo. Judith llegó a baño que estaba en la tina una persona disparada y había un niño pequeño que tenía una pistola y sólo decía “sólo encontré el juguete de papi y se lo traje, ¿Por qué no despierta?” no sabía qué hacer excepto intentar irse, pero sí se movía el niño la apuntaba con el arma. Julia llegó a una biblioteca, pero todo se movía y sentía mucho frío, después empezaron a empujarla, pero cuando miraba hacia atrás no había nada. Por último Sir llegó a una sala que tenía un espejo, en que aparecía una niña llena de heridas.
―Sé que siempre estás sola, ¿por qué sigues viviendo?, nadie te quiere, por eso todos se alejaron de ti, ¿sabías eso?, incluso tu familia te odia, ni siquiera puedes verme a la cara, sabes que es verdad, ¿por qué sigues viviendo?, acompáñame y no estaremos solas y podemos ser amigas por siempre― decía la niña, mientras Sir estaba mirando el suelo.
― Lo siento pequeña niñita, no puedo caer en tus juegos mentales, ya que estoy segura que mientras viva, no estaré sola, ya que siempre estaré con Siria y su familia, además no soy de las que están apegadas a la tecnología, así que, no sé cómo hacerme tu amiga ― dijo Sir, mientras desenchufaba un cable que estaba en el suelo con el pie, cuando hizo eso todos los trucos de la casa desaparecieron y todo pudieron encontrar la salida. Como habían podido salir fueron camino al cine.
― Dale saludos a tu abuelo, dile que fueron buenos efectos especiales, aunque la próxima vez no ponga las trampas y los enchufes tan a la vista, ya que todo fue un truco para probar esta casa, ¿Cierto Judith?― dijo Sir, que estaba sonriendo igual que la otra vez cuando resolvió el caso del primer día de clases.
― Es cierto,  era de esperarse de que te ibas a dar cuenta de un detalle, ya que eras la principal chica que quería que lo vieras, al ser tan popular detective Siria― dijo Judith. Ese fue el final de la casa embrujada y cuando llegaron al cine, con todo lo que había ocurrido, nadie tenía ganas de ir a ver la película de Jack el Destripador, excepto Sir, que seguía con ellos, así que se decidieron por una película de acción.

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