Siempre que caminaba hacia la escuela tenía que pasar por un parque, estaba lleno de flores de divinos colores, tenía un pasto tan verde y bien cuidado que parecía de un cuento de hadas, existieron veces que incluso creía que era un sueño, pero me encontraba despierta. Lo que más me llamaba la atención era un cerezo, era el más grande y hermoso que he visto en mí vida, desde la primera vez que lo observé me acostumbré a pasar por alrededor de él.
Cuando regresaba de la escuela me fijé que había una joven que constantemente estaba parada al lado del cerezo, como si estuviera esperando a alguien en especial. Al principio llegué a la suposición de que sólo le gustaba disfrutar de la belleza de ese parque, pero me di cuenta de que estaba errónea cuando empecé a verla continuamente, incluso cuando llovía o cuando no había clases, ella se encontraba ahí a esa misma hora y en ese mismo lugar.
Un fin de semana fui al parque, sabiendo de antemano que la joven se encontraría al lado del cerezo, ya no podía esperar más, me había hecho miles de ideas de lo que tramaba y no creía que me dijera que sólo estaba ahí para observar las flores. Entonces me acerqué indiscretamente a ella, y le pregunté por qué siempre se encontraba al lado del cerezo. Primero me dijo que se llamaba June y que la razón que la mantenía a ella al lado del enorme árbol no era una simple razón, dijo que hace mucho tiempo, en ese mismo lugar ella se había encontrado con un muchacho que estaba completamente herido, ella se acercó a él y sin temor, le preguntó cómo se llamaba, él le respondió que lo llamará Derion. Entonces June fue a su casa y trajo un botiquín de primeros auxilios y le vendó las heridas, Derion se sentía mejor y cuando ella se distrajo por un momento, él desapareció. Ella estaba confundida, pero encontró una nota que decía “gracias por tu ayuda, me gustaría ser tu amigo, vuelve mañana a esta misma hora en este mismo lugar”. Entonces June siguió la nota y al día siguiente ella volvió al cerezo donde se encontró con Derion. Así esa extraña amistad comenzó, siempre se encontraban en el cerezo y siempre Derion desaparecía ahí, cuando ella le preguntaba, él cambiaba de tema, aunque poco a poco June dejó de importarle de que se fuera misteriosamente, más le importaba estar con él. Lamentablemente un día cuando June fue al cerezo Derion no se encontraba, en su lugar había una carta que decía:
“June todo este tiempo que pasamos llegué a enamorarme de ti, lamentablemente somos de lugares diferentes donde no podemos estar juntos, sé que no lo entenderás, pero si sentías lo mismo por mí, quiero que me esperes al lado del lugar que nos conocimos, aunque me demore en ir por ti no creas que te he olvidado, ya que sería imposible.”
Cuando June terminó su historia, sólo pensé que debió de quererlo mucho para que siempre estuviera esperándolo y que no llegara a creer que fuera una broma.
Al día siguiente se cumplía un año completo que June lo esperó, era primavera y el cerezo había florecido, lamentablemente June no se encontraba ahí para poder observarlo, ella estaba en la mañana, cuando ocurrió una pelea y fue herida gravemente, lo único que se sabía al respecto es que un misterioso muchacho apareció justo en ese momento y la llevó al hospital, ella al verlo estaba sorprendida y solo dijo una oración mientras él la llevaba en brazos hasta un auto, “fue bueno seguir mi corazón y esperarte, Derion.”Yo que conocía la historia de ellos investigué y me di cuenta que ese cerezo fue plantado por una hechicera que había colocado un hechizo de amor y de esperanza.
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