viernes, 21 de septiembre de 2012

La cita (1º parte)


  Era viernes y Siria había llegado a su casa, en verdad, después de la apuesta que habían tenido, Sir no aparecía por ninguna parte. Siria preocupada, intentó comunicarse con ella al cerrar sus ojos y concentrarse.
― Sir, aparece de una vez, no voy a estar todo el día con los ojos cerrados―decía Siria, cuando cayó en un profundo sueño. Al despertar, Sir estaba en el espejo de su habitación― Creí que te habías ido, Sir.
―Pues claro que no, no soy una cobarde― dijo Sir, distraída.
―Pues eso no fue lo que pensamos cuando estábamos en el colegio― dijo Siria, mascullando entre dientes.
―Fingiré de que no escuche eso― dijo molesta―bien,  mejor te vistes.
―Siempre tan mandona―dijo Siria mientras buscaba un vestido en el mueble― ¿Qué te parece?, ¿no es lindo?
―No ― dijo Sir, mientras su mirada estaba dirigida hacia la ventana―cámbiatelo.
―Sir, tú sabes que te conozco, no estás molesta con respecto a la cita―dijo seria Siria― ¿Qué es lo que ocurre?
―Nada de lo que te debas preocupar― dijo Sir mientras sonreía.
―Entonces fíjate más en lo que te digo y ayúdame a buscar algo para que lo uses ―dijo también sonriendo.
―Okay, busca arriba del mueble, encontrarás una caja gris con un moño rosa, adentro habrá  un vestido, quiero que te lo pongas.― dijo Sir más calmada. El vestido era color negro con unos adornos blancos, en verdad era muy hermoso.
―No me gusta mucho los vestidos, pero ese lo puedo soportar― dijo.
―No sabía que tenías un vestido así―dijo Siria después de colocárselo.
―Pues claro que no lo recordabas, me lo dio Irene la penúltima vez que fuimos a Londres―dijo Sir, que en su mirada se notaba la melancolía que sentía al acordarse de Irene―
―Claro, hoy día es el aniversario de su muerte― dijo Siria, que se había dado cuenta la razón de la nostalgia de Sir― En verdad lo siento, no me había fijado.
―No hay problema, eres una despistada, era más que obvio que se te olvidaría― dijo Sir― además, iré al cementerio después.
―Queda en Londres― dijo Siria toda confundida.
― ¿Y?― dijo Sir, dejando a Siria más confundida que antes, por eso decidió cambiar de tema.
― Oye Sir― dijo, tartamudeando.
― Somos como hermanas Siria, sé darme cuenta cuando quieres averiguar algo que no tengo el agrado de contarte― dijo Sir, entrecerrando sus ojos.
― Sé que no te gusta que te pregunten estas cosas, pero― dijo Siria― ¿Cómo conociste a Jake?
Sir, se quedó perpleja frente a esa pregunta, comenzó a trepidar de un lado a otro, sin saber que responderle, cuando pasó a otro espejo que estaba al lado de ella.
― Eres demasiado pequeña para conocer esa historia― dijo Sir entre risas falsas.
―tenemos la misma edad― dijo Siria molesta.
― Falso, nací el 6 de enero de 1412― dijo
― Pues no te ves de 600 años― dijo Siria, pensando que se trataba de un juego.
― Esta bien, sucedió hace muchos años en un lugar que tú no conoces― dijo cerrando sus ojos.
― Y con “muchos años” te refieres a dos y con en “un lugar que no conoces” te refieres a Londres, si la vas a contar, no anules detalles― dijo Siria que fue a sentarse en el living.
― Esta bien― dijo Sir que a través de los reflejos de la ventana la siguió.
― ¿Cómo haces eso?― preguntó Siria.
― Lo que hechizo no es el espejo, sino, todo en que uno se puede reflejar en la casa― dijo Sir llegando al living. Cuando Siria se sentó, Sir cerró sus ojos y comenzó a meditar.
― Habíamos llegado a Londres y mientras tus madre ordenaba todo lo que llevamos, nos mandaron cariñosamente a afuera― dijo Sir.
―Te refieres que nos echaron, porque lo único que hacíamos era ocupar un espacio― dijo Sira sonriendo.
― Exacto, pero no me vuelvas a interrumpir, que me enredo― dijo Sir, tratando de evocar lo ocurrido― Como dijiste anteriormente, ocurrió hace alrededor de dos años, en Londres, era la primera vez que íbamos todos juntos y por eso después de recibir la bienvenida de parte de nuestra abuela, Irene, nos separamos, como era de esperarse, al tener sólo doce años, tuvimos que salir bajo el cuidado de Amy a un parque cerca de la casa, pensé que me aburriría así que llevé algunos libros, no lo recuerdo mucho, pero parece que Jake estaba con unos amigos en el mismo momento que fuimos.
― No puedes ser como las niñas normales y dejar de leer por un momento―dijo Amy, quitándome el libro que estaba leyendo.
―No es por ser engreída, pero me gusta sobresalir, ser una niña común es aburrido y además es más interesante el mundo del misterio al real ― dije.
―Genial― dijo Amy con un tono sarcástico― a ti te gusta los libros de policías y ladrones y Siria se pasea por toda la casa leyendo novelas de amor, no me extrañaría que ella un día se pusiera en busca de un príncipe azul.
― Está obligada a esperarlo, porque tú aún no lo encuentras― dije sonriendo.
― Touché― dijo Amy avergonzada ― tú que te crees tan bonita y todo eso, por qué no hacemos una apuesta para ponerle fin al asunto.
 ― Suena interesante, qué debo de hacer― dije concentrándome para ganar.
― debes hablar con un chico por un determinado tiempo, las reglas son estas:
1-      Tienes que hablar con él hasta que yo lo diga.
2-      No puedes mencionar que yo tengo algo que ver con esto.
3-      El 90% de lo que digas debe ser verdad.
4-      Eres libre de llamar su atención como quieras.
5-      No te devolveré tus libros si pierdes.
― Esta bien, acepto tu apuesta, pero yo lo elegiré― dije, mientras me puse a mirar al alrededor y en ese momento vi a Jake, aún no sé porque lo elegí, sé que no fue porque a esa edad lo encontraba lindo, tal vez por la manera en que trataba a uno de sus amigos, molestándolo y obligando a hacer cosas que el otro no quería, me hizo recordar mi forma de ser o simplemente podría culpar al destino.
― Sir, te quedaste en la luna, viste al chico rubio de ojos azules, pues tendrás que hablar con él― dijo Amy, que se había dado cuenta de que lo miraba, yo simplemente quité esa idea de mi mente y pensé en la manera de obtener mis libros de vuelta.
― Será sencillo, pero necesitaré un libro, tranquila, te lo devolveré― dije tomando uno de los libros que tenía ella en sus manos.
 ― ¿Qué intentarás hacer?― dijo Amy confundida.
― Después de un largo razonamiento de 40 segundos, pensé que si me acercaba con un saludo o una simple frase no duraría mucho, porque ninguno de los dos sabe sus gustos, además que una extraña se te acerque no fomenta para nada el habla y estando en un parque con un grupo de amigos eso minimiza mis probabilidades de obtener su aprobación para hablar con él, por eso pensé en golpearlo con tu libro― dije, entusiasmada por tener que golpear a un chico y fingir que lo hizo otra persona.
― Simplemente estás loca Sir, pero puede resultar― dijo Amy, que después que lo tirara se dio cuenta de algo― Oye Sir, ese libro no era mío.
― ¡Ahora me dices que era mío!― dije enojada y después me calmé― No importa debe de ser ese que me dio tu madre.
― ¿Te enojarías mucho, si te digo que es tu preciado libro que te regaló Irene y que su valor es más grande que su enorme valor sentimental?― dijo murmurando cuando fui a buscarlo, lo que me contó Jake, según su perspectiva, es que mientras hablaba con su ayudante, sintió que algo lo iba a golpear, ya que tiene ese sexto sentido de ver cortos momentos del futuro, y por eso se agachó rápidamente, haciendo que el libro cayera en la cara de su ayudante y éste terminara en el suelo.
― ¿Quién fue él que lanzó ese libro?― dijo furioso.
― Fui yo ― dije mostrando que estaba totalmente arrepentida, en ese momento cuando Jake me vio enseguida se le pasó la ira y se olvidó de su accidentado amigo.
― En verdad lo siento, espero que esté bien― dije preocupada, intentando verme lo más tierna posible.
― Cálmate, estoy bien chica―dijo el chico que golpeé, pero no recuerdo su nombre, por eso lo llamaré Ayudante
― No me refería a ti Ayudante― dije de manera cortante― me refiero al libro que lancé.
― Aquí tienes― dijo Jake leyendo el título― "A Study in Scarlet" (Estudio en escarlata), ¿qué pasó por tu mente cuando tiraste este libro?
― Suplicaba que no lo fuera, y si lo era, suplicaba que si te llegaba, que no lo mancharas de sangre― dije, cuando Jake se rió.
― Okey, ten tú querido libro, la próxima vez que tires textos, para obtener una cita intenta que sea más delgado o que tu blanco no sea yo― dijo cuando se puso a caminar.
― Espera, es una linda chica que quería hablar contigo, esta vez la chica se acercó y no tú, por qué la dejas ir― dijo el chico que fue golpeado por el libro.
― Que no te fijas que es más inteligente que las demás, resulta que este es su plan―dijo Jake, mirándome de reojo.
― Creí que su plan era golpearte con el libro―dijo Ayudante.
― Claro que no, el plan nunca cambió de cómo lo planeó, ella no quería golpearme, sino a ti, no sé cómo, pero sabía que lo esquivaría y que tú no, sabe que con ese simple plan no haría llamar mi atención, pero con este sí― dijo mirándome disimuladamente, mientras yo seguía en mi lugar que me había dejado― lo más probable es que nos esté escuchando justo ahora.
― Creo que estás un poco paranoico, Jake― dijo Ayudante.
― No estoy paranoico, tú eres un idiota, Ayudante, y no te das cuenta de estos detalles y ¿así entraste a la academia Prince de detectives?, fíjate y recuerda sus movimientos, no encontraste raro que se hubiera agachado, para ver cómo estabas, si en verdad sólo había ido por el libro, no debí habérselo pasado― dijo Jake nervioso― pasándoselo revelé toda mi identidad.
― ¿A qué te refieres?, sólo le pasaste un libro―dijo Ayudante que veía esta situación bastante simple.
― Estaba de cuclillas y ella se sentó en el suelo, cuando tomé el libro, al estirarme, lo tomé con el brazo derecho, cuando pudo haber sido mucho más sencillo tomarlo con el izquierdo, pero lo hice, porque me acostumbré a sacar la pistola, cuando me moví, debió de ver el arma― cuando terminó de decir esto, se dio cuenta que su amigo lo miraba como un loco, lo que hizo que se enojara― Si no me crees, ¿por qué no buscas tu identificación del colegio?. Cuando se puso a buscarla su cara cambió, ya que no la encontraba.
― Vamos a ver qué es lo que tenemos aquí, nombre, Jake Prince, edad, 12 años, grado, detective grado “A”, establecimiento, “Prince Detective Academy”― dije, que me encontraba atrás de ellos.
― Me puedes devolver la mía― dijo el ayudante.
― No me importó la tuya, por eso la tiré por ahí― dije, despreocupada, cuando él fue corriendo a buscarla.
― Que linda forma de investigar, robando a los demás, puedes llegar a prisión por esto― dijo Jake sonriendo, demostrando que estaba admirado por mi agilidad de manos.
― Si me acusan qué dirán, ¿no se escucha un poco ridículo que una niña de 12, le haya quitado la billetera, al que se supone que es uno de los mejores de su clase?― dije, siguiéndole el juego.
― ¿Quién eres tú?― dijo Jake extrañado.
―Yo investigué todo, Si te lo digo sería trampa― dije de manera coqueta― Aunque no lo tomaría como trampa si haces algo por mí.
― Esta bien, ¿qué es lo que quieres?―dijo, fingiendo que estaba molesto conmigo, aunque se notaba que estaba interesado.
― Cómprame un helado de chocolate y ayúdame a ganar la apuesta― dije sonriendo
― No puedo hoy, tengo que investigar un caso―dijo apenado
― Entonces― dije sonriendo― llévame contigo. Jake se sorprendió por mi respuesta, pero igual accedió, creo que este es el mejor final para esta historia, ya que después de eso empezamos a resolver casos juntos.
―Ese final es, es, es―dijo Siria, buscando una forma de describirlo.
―Genial, fantástico, el único final feliz y cerrado que te he contado―dijo Sir, entusiasmada por su respuesta.
―Un asco, aburrido y te deja con muchas dudas― dijo Siria bostezando― ¿No puedes alargar la historia?
―No se alarga una buena historia― dijo Sir, para salir del problema.
― Entonces no tendrías problema alguno―
― Esta bien, continuaré, pero espero que él que lea esta narración no se enoje contigo por obligarme a hacer que se le cansé la vista―
― Yo creo que después estará agradecido― dijo de una manera totalmente dulce.
― Okey, continuemos, pero primero, ¿qué dudas te quedaron?― dijo Sir, rascándose la cabeza.
―¿Por qué no recuerdas el nombre de Ayudante?, ¿Cuándo te distes cuenta de que le gustabas a Jake?, ¿A qué se refiere Jake con resolver un caso?, esa frase de “llévame contigo”¿ la dijiste sin pensar o querías que Jake se enredara pensando en lo que significaba?, ¿todo eso lo hablaron en inglés?, ¿por qué eras tan coqueta con Jake y ahora simplemente pelean?, ¿ sigues encontrándolo lindo?, ¿Te gustan los chicos rubios de ojos azules o fue solo una coincidencia de que te gustara Jake?,  Si dices que tienes 600 años, ¿te considerarías como una extraña y pervertida anciana, que le gusta estar con jóvenes y que le coqueteé un chico británico de 14 a 15 años?,¿ conociste a Juana de arco?, ¿era una bruja que salvaste o una simple humana que murió quemada?(para entenderlas dos últimas preguntas deben saber que Juana de arco nació en 1412 y que esta historia es mágica, lo que puede hacer que se cambien algunos hechos de la historia).
― Ya veo que quedaste un poco confundida― dijo Sir alarmada― primero responderé lo más importante.
― Y eso ¿qué sería?― dijo Siria confundida.
― ¡Qué yo no soy una anciana pervertida enamorada de un menor de edad!, ¿qué acaso no ves lo joven que soy y la juvenil manera de cómo hablo y me muevo, te apuesto que una anciana no podría hacer todo lo que yo he hecho― dijo Sir molesta.
―Está bien, perdón por preguntar, pero me dejaste con más dudas―
― Okey, todo a su debido tiempo, intentaré responder todo, incluso lo que no me has querido preguntar― dijo Sir sonrojada, esperando que no se diera cuenta.
― Esta bien, pero mejor continua― dijo Siria, olvidándose del tema anterior.
― Después de decir esa cursi frase me dijo que me llevaría a tomar un helado y luego haría que me fuera a mi casa― dijo Sir.
― Disculpe, me da un helado de chocolate por favor― dijo Jake, llegando con el heladero.
― Aquí tiene, espero que lo disfrute su novia― dijo el heladero entre risas.
― ¡No diga eso!― dijo Jake avergonzado― ella no es mi novia, solo es una chica que me encontré y que espero no volverla a ver cuando termine su helado.
― Que malo eres Jake, diciendo que soy una desconocida  y eso que somos novios desde muchos años― dije, mientras lágrimas falsas caían de mis ojos, a Jake no le importó y siguió caminando, pero el heladero sintió lástima por mí y me obsequió un helado.
― ¿No pudiste simplemente comprártelo?― dijo Jake, cuando nos sentamos en una banca.
― No podía, no tengo dinero, ya que pensé que me invitarías tú―
― Pues claro que no, ¿por qué tendría que hacer caridad a una chica que no volveré a ver?―
― No digas eso, ¿Qué no crees en el destino?―
― No, ni en la suerte, o el karma, ni nada de esas supersticiones―
― ¿Y en Dios?―
― ¿Podemos cambiar de tema?―
― ¿De qué quieres hablar?―
― ¿Por qué visitas a tú abuela?―
― ¿Por qué piensas que visito a mi abuela?― dije un poco sorprendida, porque pensaba que nada delataba que había venido a visitar a Irene.
― Por como eres, te vistes y hablas― dijo Jake lamiendo su helado.
― Explícate― dije seria.
― Esto tomará un largo rato; primero, no estás acostumbrada a usar vestidos o faldas, ya que no sabes sentarte o caminar como una dama, es decir que te gusta usar pantalones y te obligaron a vestirte de esa manera, si te pones a pensar, el atuendo no es ni formal o informal, así que no es para una fiesta elegante, sino para visitar a alguien o celebrar algo en familia o con parientes cercanos; segundo, tu forma de hablar y pronunciar el inglés; si se trata de una fiesta como yo estoy diciendo, no debe de ser para un amigo de tu misma edad, ya que aprendiste a hablar de una manera elegante, sin problemas con respecto a la fluidez, lo que me dices que pasas el tiempo con alguien que es mucho mayor que tú, pero que le tienes cariño. Entonces pensemos, debe de ser un cumpleaños, por la forma en que vistes, para alguien especial, pero que es mucho mayor que tú ― dijo Jake, cuando lo detuve.
― ¿Cómo sabes que es un cumpleaños?―
― Ya te dije, por la vestimenta, si fuera una boda, no estarías vestida así, si fuera un funeral, tus ojos estarían mojados y lo hubieras usado como excusa para hablar conmigo―
― ¿Y una simple visita?― dije pensando.
― No hubieras ido a comprar velas de cumpleaños―
― ¿Cómo sabes eso?―
― Sólo lo supuse― dijo nervioso.
 ― Esta bien, ¿cómo descubriste que vine a visitar a mi abuela y no a una tía mayor de edad?― dije, olvidando lo de las velas.
― Tu forma de ser, estuve viendo la niña con la que estabas y escuche un poco, al parecer tus padres son normales y no fomentan tu forma de ser, me refiero que no se dan cuenta que te gusta el misterio y esas cosas, así que después de mucho pensar, me di cuenta que tienes un gran parecido a Irene Drinyer, la famosa detective, y además las dos pistolas que intentas ocultar son de ella, o ¿me equivoco en algo?― dijo Jake que al terminar, se me acercó, me quitó mi chaqueta y sacó dos pistolas que tenía escondida en ella.
― No eres como pensaba, pero me queda una duda― dije con mi mirada de jugadora.
― ¿Cuál?― dijo Jake, que ya sabía lo que iba a preguntar.
― ¿Por qué me preguntaste la razón de que esté aquí, si ya sabías todo eso?―
― Era para que me preguntara cómo lo descubrí― dijo sonriendo.  Y eso fue lo que pasó, después Amy me avisó de que había ganado la apuesta y nos devolvimos a casa, fin.
― Pero dijiste que me ibas a explicar todas mis dudas― dijo Siria desanimada.
― Esta bien seguiré, pero después, por ahora déjame descansar un poco, que no he parado de hablar― dijo Sir que desapareció del espejo.

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