― llegas tarde Diego― dijo Amy molesta, ya que me había esperado más de dos horas― espero que tengas una buena justificación.
― Lo siento, pero me distraje hablando con Siria, sabes, es muy diferente a Sir, creo que Siria es más cariñosa y es capaz de adivinar y deducir cosas que Sir no puede― dije.
― Esa no es una buena justificación― dijo Amy que después cerró sus ojos y comenzó a reflexionar― Aunque, al parecer no son las únicas características en las que son diferentes, el otro día Siria me dijo que Sir para comunicarse con ella, había hechizado al espejo del baño y logró que en la competencia cada una tuviera su propio cuerpo, pero es extraño.
― ¿Qué es lo extraño?― pregunté― pensé que podíamos hacer esos trucos.
―El de hechizar un espejo es simple―dijo Amy―pero el segundo truco, es muy complicado y tan sólo lo he leído en libros antiguos, además ella no tiene un cristal mágico, no podría realizar esos trucos a menos que sólo use magia negra.
― ¿Magia negra?, ¿ese no es el termino que se le da a los poderes de las brujas?― pregunté.
―Eso es tan sólo una forma de decirle a la magia maligna que se usa en esta época, pero es obvio que por preguntarme eso, no leíste nada de los libros y los apuntes que te di la clase pasada ―dijo Amy, mirándome con una mirada cansada, que es la que siempre usa cuando olvido algo ― Esta bien te explicaré, antes que apareciera la gran joya de Silvia, que era el nombre de la gran hechicera, esa etapa se conoce como magia negra, a causa de las tragedias que ocurrieron, después de la creación de la joya de Silvia, comenzaron a usarla, lo que ocasionó que la maldad se purificara y por eso existió la magia blanca. Los únicos que sabían de la magia negra eran los alumnos que no murieron de la hechicera Silvia, pero ellos ya no están en este mundo, y por eso fue el fin de la magia negra.
― ¿Estás segura que desapareció?― pregunté, ya que tenía mucha curiosidad.
― Al usarla correctamente era muy poderosa, por eso sólo algunos podían manejarla y si hubiera en esta época alguien que la controlase, lo único que habría que hacer es rezar para que sea alguien bueno― dijo tristemente Amy y luego añadió― aunque tal vez los dragones sigan usándola, pero sólo el jefe de los dragones, que es Dreico y sus descendientes, que pueden transformarse en humanos físicamente y mantener su poder, además, hicimos un trato con ellos, de que no nos atacarían sin ninguna buena razón.
Al parecer eso era lo que Amy sabía, después se mantuvo callada, tal vez negándose la idea de que Siria pudiera usar magia negra, después se acercó a mí y me tomó la mano izquierda con fuerza y la levantó y la mantuvo a la altura de su cabeza y me empezó a apretar cada vez más fuerte.
― ¡cuidado!, me está empezando a doler― dije para que me soltara la mano.
―Ni siquiera estoy apretándote la mano, sólo la afirmé con fuerza ― dijo Amy seria― lo que ocurre es que hiciste el hechizo al revés, lo que causa que en vez de sanarte te está dañando, mejor desáselo y colócate una venda.
― Si tienes razón, es que en la clase de Artes, estamos cocinando y me distraje hablando con Siria sobre lo de la apuesta que hizo Sir con Jake, y por eso me quemé la mano― dije y me di cuenta que Amy me miró con duda― Me acordé que no te lo había contado Amy, Jake, Sir y Siria hicieron una apuesta, el primero que me atrape o que tenga algo que demuestre que estuvo conmigo puede pedir lo que quiera a los otros competidores.
― Ya veo, creo que deberás de tener cuidado, Jake es uno de los hechiceros jóvenes que llamó la señorita Raven, lo que significa que debe de ser muy fuerte― dijo Amy― Con respecto a Sir, si logró hacer esos trucos, debe tener otros más, creo que la única persona que no hay que fijarse es Siria, pero quiero que te lleves a Kitty contigo.
― ¡Pero de qué me sirve un raro animal!― le dije a Amy, pero ella me dijo que la llevara, para que ella se sintiera más segura de que no me pasara nada.
― Vamos Amy, no te preocupes de más, no me pasará nada, recuerda que soy conocido como el Ladrón Fantasma y no debo temerle a nada, ya que soy genial― dije riéndome.
― Diego, si le pasa algo a la joya antes de recuperar la energía de la joya de Silvia, haré que te vuelvas un fantasma de verdad, sólo con el hechizo de explosión―dijo Amy enojada.
Pasé todo el día pensando en cómo no ser atrapado por ellos y decidí por ir al edificio, donde la exposición iba a ser al día siguiente sin idear un enorme y complicado plan, ya que entre más difícil y complicado el plan, es más simple de que algo salga mal. Se hizo de noche, al final tuve que llevar a kitty conmigo, me coloqué el traje y tomé mi trozo de cristal, que lo usaba para juntar toda la energía y después devolverla en donde la joya se había roto, también llevé una patineta voladora que me había prestado la señorita Raven, porque aunque Amy me hubiera enseñado miles de trucos para intentar volar, no lograba hacerlos. Primero fui al techo del edificio, ya que todo el techo del último piso estaba hecho de vidrio, no se podía divisar nada, ni siquiera en los alrededores se encontraba Jake o Sir, pero sabía que debían estar cerca, esperando que me acercara a una trampa que habían creado, no sólo por esa idea bajé con lentitud y sigilo, también porque todo estaba lleno de rayos infrarrojos, cuando llegué al suelo, Kitty, que estaba en el techo, se lanzó y cayó arriba de mí .
― Kitty, bájate, no eres muy pequeña que digamos― dije, cuando Kitty se paró y de un salto, llegó a una esquina del edificio y desactivó los rayos, al parecer, fue bueno haberla llevado conmigo. Cuando tomé la joya, Kitty se me estaba acercando, pero fue empujada de un golpe por otra criatura que se parecía a ella, pero era de color blanco, la joya que tenía en la frente era roja, al igual que sus ojos y se veía mucho más fuerte que Kitty.
― ¡Cálmate Zult!, sé un buen familiar y ven a mi lado― dijo Jake, que había aparecido, como por arte de magia, llevaba unos lentes puestos― Hola, tú debes ser el Ladrón Fantasma, siendo sincero es bueno verte antes que Sir te hubiera encontrado.
― Escuche por ahí que unos chicos intentarían hacer algo que ningún policía ha hecho y es atraparme, te diré algo y es que tomaste una mala decisión, ya que ni me podrás ver con lo ágil que puedo ser― dije, detuve el tiempo, tomé a Kitty y la llevé donde estaba Amy, pude haber escapado en ese momento, pero me llamaba la atención la forma que iba a pelear Jake y por eso me devolví al edificio y me coloqué donde estaba.
― Veo que puedes controlar el tiempo― dijo Jake, que se había dado cuenta de que Kitty no estaba― Pero creo que seguiré con ventaja. Yo no lo había entendido, pero me di cuenta a lo que se refería, cuando intenté acercarme a él para dormirlo y él se encontraba atrás mío, todo lo que yo hacía, él lo podía esquivar, era como si supiera exactamente lo que iba a hacer, estuvimos esquivando los ataques por un largo tiempo.
― Sabes, ¿Por qué no te rindes?, puedo saber exactamente lo que harás, si haces un escudo mágico, regresaré en el momento en que no lo estabas usando, si intentas golpearme por la derecha, no me sorprendería, porque lo sabré ― dijo Jake, sonriendo, porque pensaba que ya había ganado― Se todo lo que harás mientras estés en este edificio y claro que no te dejaré escapar. No sabía qué hacer, incluso se me había pasado por la mente rendirme. Mientras pensaba en una idea, el vidrio del techo se rompió y apareció una flecha de luz, con los trozos de vidrios, la luz se hizo mucho más fuerte y Jake y yo tuvimos que cerrar los ojos, no podía ver nada, pero sentí como alguien habría un portal que me empujaba hacía él.
― No quería que Jake fuera el único que se divirtiera jugando contigo― dijo Sir, que estaba vestida con una polera, un pantalón, unos guantes y una larga bufanda que cubría su boca, todo esto era de color negro― A mí también me gusta jugar a policías y ladrones.
― Te ves bien niña ― dije― pero con lo que llevas puesto no me puedes ganar.
―En eso te equivocas―dijo Sir― apuesto que te puedo ganar con un truco de magia y con lo que tengo en mis muñecas. Pude observar que llevaba dos brazaletes de color negro con adornos plateados. De repente Sir dio un bostezo y se tapó la boca con la mano izquierda, pero después la bajó rápidamente.
― Creo que tienes una herida en la mejilla― dijo Sir, mientras me tocaba la mejilla y me di cuenta que tenía sangre en mi mano― te preguntarás cómo te la hice, como ya te había dicho, te puedo ganar usando mis brazaletes, y si no me crees deberías darte la vuelta, para ver donde quedó una de mis diez dagas. Me di vuelta y había una pequeña, pero larga daga clavada en la pared de unos de los edificios más cercanos y también uno de los brazaletes de Sir tenía una abertura con la forma de la daga.
― Ya veo a lo que te referías, pero ahora que sé que puedes hacer eso, ¿no crees qué tu plan no servirá?― dije mientras sonreía, pero Sir siguió con la misma pose que demostraba seguridad.
― Yo no puedo ver el futuro ni mover el tiempo, pero se con total confianza que lo único que puedes hacer para evitarlo es correr a toda velocidad― dijo, cuando levanto su mano izquierda y nuevamente la bajo, pero más lento que antes, como había usado una sólo le quedaban cuatro, lo primero que se me ocurrió fue usar mi energía y crear un escudo, cuando lo creé, Sir sonrió, ya que las dagas lograron atravesar mi escudo y después de atravesarlo ellas se dispersaron a diferentes lugares y ninguna me tocó.
― ¿cómo lo hiciste?, nadie puede romper un escudo con unas simples dagas― dije asombrado.
― Te daré una clase, existe una energía muy fuerte y que las personas que lo usan están en peligro de extinción y que es mucho más fuerte que la magia blanca― dijo Sir, calmadamente, mientras se sentaba en la orilla de un edificio que estaba dos metros más alto del que estábamos antes― Si respondes bien, tal vez te dé un regalo.
―No me hables como si fuera un niño o de forma sarcástica, y te refieres a la magia negra, pero sólo puede ser usado por dragones y sus familiares cercanos― dije enojado, cuando Sir bajó de un salto y sacó de sus bolsillos serpentinas y después me aplaudió.
― ¡Bravo! ¡Bravo!, eres un chico inteligente, pero te faltó una parte, o te hubiera dado un trofeo, lo que te faltó fue darte cuenta de que tengo un familiar que es un dragón―dijo Sir para seguir molestándome― bien, ya descansé, te molesté y al lanzar la serpentina arrojé las dagas que me quedaban.
― Entonces ya no tienes más trucos niñita, ¿por qué no te vas a tu casita?― dije para vengarme, pero no sabía que ella me seguiría el juego.
― ¡Pero aún no tengo sueño! y no termino de jugar contigo Ladrón Fantasma ― dijo Sir, como si fuera una niña pequeña.
―Y yo que creía que nada me daba miedo hasta ahora― dije asustado, porque nunca había visto a Sir tan confiada, que se pusiera a jugar.
― Si quieres irte, intenta ― dijo Sir, sabía que era una trampa, pero no tenía nada que perder, así que me fui corriendo, mientras corría, veía que ella seguía en ese edificio, pero cuando me di la vuelta, estaba al frente mío.
―Con el nombre que tienes, pensé que serías más rápido― dijo Sir sarcásticamente. Yo no lo entendía, pero me di la vuelta y me puse a correr por otro camino, pero donde iba ella estaba antes, incluso cuando llegué una vez antes que ella, vino una ráfaga de viento y cuando abrí los ojos ella estaba al frente mío.
― ¡Necesito privacidad Sir!, ¿no ves que intento escapar?, pareces más una acosadora que una policía, y no te enojes Sir, que es la verdad ― dije enojado, sin darme cuenta de que la había llamado por su nombre.
― ¡Y yo necesito una excusa para poder mandar a Jake de vuelta a Londres o por lo menos para que me deje de molestar dándome flores y esas cosas, él sabe bien que eso me molesta, pero igual lo hace!― dijo Sir enojada, pero después se puso a pensar en lo que había dicho― ¿Cómo sabes mi nombre?, tú no deberías conocer que me dicen así, en los periódicos sale el nombre de Siria Drinyer, nunca el mío.
―Es que…. Jake, es decir ese muchacho con el que me enfrenté lo dijo―dije esperando que se lo creyera, lo que si funcionó. Después Sir chasqueó los dedos y todas las dagas volvieron a sus brazaletes, al parecer se podía tele transportar donde estaban las dagas.
― Si escapas te puedo encontrar y te irá peor, ¿entiendes?― dijo sonriendo, pero después Sir cerró los ojos y se desmayó y aunque casi me mató del susto la sostuve antes de que se cayera, después despertó y se bajó la bufanda, no estaba seguro de que era Siria o Sir, así que, cuando abrió los ojos me fui a la esquina más lejana de ella, pero, por suerte, se trataba de Siria.
―Menos mal que eras tú, no tienes idea por todo lo que pasé, no me sorprendería que tuvieras un veneno o algo en las manos Siria― dije aliviándome, pero lo único que hizo Siria fue reírse.
― ¡Cálmate Diego!, que no te voy atacar― dijo Siria riéndose―Aunque sabía que si esperaba y aparecía al final, te ibas a calmar y sin darte cuenta me dirías quién eras Diego. Yo me sonrojé, todo lo que había pasado y ella llega y le digo quién soy, sin escapar o algo así.
― ¿De qué hablas niña?, yo no soy ese Diego que tú conoces― dije intentando de que no se diera cuenta quien soy― Además si fuera ese Diego que tú conoces no lo puedes probar. Siria se acercó a mí, con su mano derecha me tomó la mano y la levantó, no sabía lo que estaba haciendo hasta que empezó a apretar la muñeca y se dio cuenta de que me estaba doliendo.
― No creo que el Ladrón Fantasma se haya quemado en la misma parte que se quemó Diego― dijo Siria, alegre― No te quiero atrapar, sólo quiero una foto contigo, para vengarme de Sir, por casi matarte y obligarme a jugar.
Al día siguiente Siria le mostró la foto a Jake, a Sir y a Amy, que se enojó conmigo, por no haber guardado el secreto.
―Como tú ganaste, ¿qué es lo que quieres Siria?― dijo Jake, que estaba aliviado de que no fuera Sir la ganadora. Siria ya tenía en mente lo que iba a pedir y me lo dijo cuando la tuve que ir a dejar a su casa.
― Jake, quiero que tengas una chita con Sir― dijo Siria y todos quedaron asombrados por la respuesta, después de decir eso, Siria se desmayo y apareció Sir.
― Olvídalo Jake, tan sólo debió de ser una broma de Siria, no creo que lo haya dicho a propósito― dijo Sir asustada.
―Lo hecho, hecho está―dijo Jake sonriendo― Te iré a buscar el viernes a las 7:00 en tu casa.
―No me esperes, sólo ve a tu casa y espera una carta que diga que me suicidé―dijo Sir enojada.
Así fue el final de toda esta guerra que hubo, algunos terminaron riendo y otros enojados, pero el lado bueno es que me hice más amigo de Siria y Sir conocerá más a Jake.